jueves, 16 de agosto de 2012

La piedra (Reflexión)



El distraído tropezó con ella.

El violento la utilizó como proyectil.

El emprendedor, construyó con ella.

El campesino, cansado, la utilizó de asiento.Para los niños, fue un juguete.
Drummond la poetizó.
David, mató a Goliat.
Y Miguel Ángel le sacó la más bella escultura.


En todos estos casos, la diferencia no estuvo en la piedra ¡sino en el hombre!
No existe "piedra" en tu camino que no puedas aprovechar para tu propio crecimiento.


domingo, 13 de mayo de 2012

Cuento de Todos, Alguien, Alguno, Cualquiera , Nadie Ninguno

Hay un viejo cuento con peculiares personajes que quiero contarles :

Todos, Alguien, alguno, Cualquiera, Nadie y ninguno

Había que hacer un trabajo muy importante, y Todos estaban seguros de que Alguien lo haría. La verdad es que podría haberlo hecho Cualquiera, pero ninguno lo quizo hacer.

Alguien se enojó cuando se enteró, porque el trabajo era de Todos. Pero Nadie se dio cuenta que alguien no lo haría.


Al final de cuentas Alguien reprochó a Todos porque Alguno pudo hacerlo. Pero la realidad es que Nadie lo hizo.

lunes, 4 de julio de 2011

El mundo

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
- El mundo es eso - reveló -. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.
El Libro de los Abrazos- Eduardo Galeano
Y tú, ¿qué tipo de fuego eres? Vive tu vida con pasión y enciende a los que estén cerca de tí.
eduardo galeano, el libro de los abrazos

lunes, 25 de abril de 2011

Por una jarra de vino

Había una vez... otro rey. Este era el monarca de un pequeño país: el principado de Uvilandia. Su reino estaba lleno de viñedos y todos sus súbditos se dedicaban a la fabricación de vino. Con la exportación a otros países, las 15.000 familias que habitaban Uvilandia ganaban suficiente dinero como para vivir bastante bien, pagar los impuestos y darse algunos lujos.


Hacía ya varios años que el rey estudiaba las finanzas del reino. El monarca era justo y comprensivo, y no le gustaba la sensación de meterle la mano en los bolsillos a los habitantes de Uvilandia. Ponía gran énfasis, entonces, en estudiar alguna posibilidad de rebajar los impuestos.


Hasta que un día tuvo la gran idea. El rey decidió abolir los impuestos. Como única contribución para solventar los gastos del estado, el rey pediría a cada uno de sus súbditos que una vez por año, en la época en que se envasaran los vinos, se acercaran a los jardines del palacio con una jarra de un litro del mejor de su cosecha. Lo vaciarían en un gran tonel que se construiría para entonces, para ese fin y en esa fecha.


De la venta de esos 15.000 litros de vino se obtendría el dinero necesario para el presupuesto de la corona, los gastos de salud y de educación del pueblo. La noticia fue desparramada por el reino en bandos y pegada en carteles en las principales calles de las ciudades. La alegría de la gente fue indescriptible.


En todas las casas se alabó al rey y se cantaron canciones en su honor. En cada taberna se levantaron las copas y se brindó por la salud y la prolongada vida del buen rey.


Y llegó el día de la contribución. Toda esa semana en los barrios y en los mercados, en las plazas y en las iglesias, los habitantes se recordaban y recomendaban unos a otros no faltar a la cita. La conciencia cívica era la justa retribución al gesto del soberano. Desde temprano, empezaron a llegar de todo el reino las familias enteras de los viñateros con su jarra, en la mano del jefe de familia. Uno por uno subía la larga escalera hasta el tope del enorme tonel real, vaciaba su jarra y bajaba por otra escalera al pie de la cual, el tesorero del reino colocaba en la solapa de cada campesino, un escudo con el sello del rey.


A media tarde, cuando el último de los campesinos vació su jarra, se supo que nadie había faltado. El enorme barril de 15.000 litros estaba lleno. Del primero al último de los súbditos habían pasado a tiempo por los jardines y vaciado sus jarras en el tonel.


El rey estaba orgulloso y satisfecho; y al caer el sol, cuando el pueblo se reunió en la plaza frente al palacio, el monarca salió a su balcón aclamado por su gente. Todos estaban felices. En una hermosa copa de cristal, herencia de sus ancestros, el rey mandó a buscar una muestra del vino recogido. Con la copa en camino, el soberano les habló y les dijo:


— Maravilloso pueblo de Uvilandia: tal como lo imaginé,todos los habitantes del reino han estado hoy en el palacio. Quiero compartir con vosotros la alegría de la corona, por confirmar que la lealtad del pueblo con su rey, es igual que la lealtad del rey con su pueblo. Y no se me ocurre mejor homenaje que brindar por vosotros con la primera copa de este vino, que será sin dudas un néctar de dioses, la suma de las mejores uvas del mundo, elaboradas por las mejores manos del mundo y regadas con el mayor bien del reino, el amor del pueblo.


Todos lloraban y vitoreaban al rey. Uno de los sirvientes acercó la copa al rey y éste la levantó para brindar por el pueblo que aplaudía eufórico... pero la sorpresa detuvo su mano en el aire, el rey notó al levantar el vaso que el líquido era transparente e incoloro; lentamente lo acercó a su nariz, entrenada para oler los mejores vinos, y confirmó que no tenía olor ninguno.


Catador como era, llevó la copa a su boca casi automáticamente y bebió un sorbo.¡El vino no tenía gusto a vino, ni a ninguna otra cosa...! El rey mandó a buscar una segunda copa del vino del tonel, y luego otra y por último a tomar una muestra desde el borde superior. Pero no hubo caso, todo era igual: inodoro, incoloro e insípido.


Fueron llamados con urgencia los alquimistas del reino para analizar la composición del vino. La conclusión fue unánime: el tonel estaba lleno de AGUA, purísima agua y cien por cien agua. Enseguida el monarca mandó reunir a todos los sabios y magos del reino, para que buscaran con urgencia una explicación para este misterio. ¿Qué conjuro, reacción química o hechizo había sucedido para que esa mezcla de vinos se transformara en agua...? El más anciano de sus ministros de gobierno se acercó y le dijo al oído:


— ¿Milagro? ¿Conjuro? ¿Alquimia? Nada de eso, muchacho, nada de eso. Vuestros súbditos son humanos, majestad, eso es todo.


— No entiendo – dijo el rey.


— Tomemos por caso a Juan. Juan tiene un enorme viñedo que abarca desde el monte hasta el río. Las uvas que cosecha son de las mejores cepas del reino y su vino es el primero en venderse y al mejor precio. Esta mañana, cuando se preparaba con su familia para bajar al pueblo, una idea le pasó por la cabeza... ¿Y si yo pusiera agua en lugar de vino, quién podría notar la diferencia...? Una sola jarra de agua en 15.000 litros de vino... nadie notaría la diferencia... ¡Nadie!...Y nadie lo hubiera notado, salvo por un detalle, muchacho, salvo por un detalle:¡TODOS PENSARON LO MISMO!


Jorge Bucay

martes, 23 de noviembre de 2010

Argumentación

Punto de partida: El juego y los niños

Proposición: La importancia del juego en el desarrollo de los niños.

Demostración

Como todos sabemos, la vida, en la actualidad, está sometida a muchas presiones: sociales, familiares, religiosas, económicas…

La importancia del crecimiento de los niños (que es fundamental para tener una adultez feliz) se ve afectada desde muy temprana edad, por las exigencias extraescolares que suelen quitarles mucho tiempo para compartir con sus compañeros. Suelen ir a clases de natación, inglés, música, catequesis, etc. que son muy necesarias, pero lo mantienen todo el día ocupado, sin ratos libres.

Todo esto hace que no tengan tiempo suficiente para jugar con sus amigos, libremente, según su propia imaginación; por lo tanto, se van aislando, situación que se agrava con el acceso a juegos on-line, los juegos electrónicos, (la PlayStation) con los que se entretienen muchas horas por día, en lugar de hacer deporte al aire libre, por ejemplo.
Compartir un partido de tenis, de fútbol, salir a remar, o a correr, participar de torneos intercolegiales y de distintas competencias los acostumbra a formar equipos a ayudarse mutuamente, a aprender a ganar y a perder.

Es sabido y está demostrado que la naturaleza del niño tiende siempre al juego. Cuando este falta, se aburren, no están contentos y no tienen ganas de hacer cosas distintas. La computadora los atrapa, los aísla, los deja en soledad.: pasan muchas horas chateando, sentados, inactivos, con lo cual además tienden a aumentar de peso, que es uno de los problemas que sufren los hombres actualmente. Lo opuesto a esto lo da el juego.

Isaac Assimov en "Cómo se divertían" plantea la nostalgia que siente la protagonista al pensar en tiempos muy lejanos, cuando los chicos jugaban en la escuela y compartían estudios, maestros y actividades. Ella se enfrenta siempre a la fría computadora.

Por eso, crear situaciones de juego es fundamental, para integrarlos, sobre todo a aquellos que son tímidos, por ejemplo, con las actividades que los hacen entrar en contacto físico, como el juego de la silla y el de la lona.

Butler, en su libro Principios y métodos de recreación para los niños afirma que "con el juego los niños expresan sus ideas, sus deseos, comienzan a practicar para su vida de adulto y se preparan para el futuro, como, por ejemplo, cuando las niñas juegan a ser madres, y los chicos, a ser futbolistas, bomberos, policías o astronautas".

El juego grupal hace que interactúen, se conozcan, se respeten, aprendan valores, reconozcan las virtudes y defectos de los otros y los propios; el juego los estimula a superarse y aprenden por medio de él a veces serán líderes positivos o negativos, otras, chivos expiatorios, otras simples colaboradores. Y esto los fortalece.

Por eso y como conclusión, el niño debe tener tiempo para jugar, para compartir con su familia y sobre todo, jugar con sus compañeros. La escuela puede ayudarlos realizando actividades al aire libre, campamentos, guitarreadas...

Debemos evitar llenarlos de actividades que los cansan y permitirles que disfruten y se integren libremente.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Mi vixja máquina dx xscribir

Aunqux xl txclado dx mi máquina xs un modxlo vixjo, funciona muy bixn –xxcxpto por una txcla. Ustxd podría pxnsar qux con todas las otras funcionando corrxctamxntx, una txcla qux no funciona podría apxnas sxr notada; pxro sólo una fuxra dxl lugar puxdx arruinar xl xsfuxrzo dx las dxmás. Ustxd podría dxcirsx a sí mismo: Buxno, yo soy sólo una pxrsona. Nadix sx dará cuxnta si no doy lo mxjor dx mí. La próxima vxz qux Ustxd pixnsx qux no xs importantx, o qux lo qux ustxd haga no va a sxr notado por nadix rxcuxrdx mi vixjo txclado.Ustxd xs una pxrsona clavx.